lunes, 16 de julio de 2012

#17- Deep blue




Si te admiro no puedo superarte.

No es solo que no pueda copiarte, es que nadie podría. Porque eres fantástico, porque si alguna vez hay alguien más fuerte que tú, seguirás siendo el mejor para mí. Pero si te admiro, significa que me considero inferior a ti. Y lo soy, pues claro que lo soy –en muchos aspectos lo soy. Así que tengo que olvidarme de quién eres, de que estás a años luz de mí.


Pero cuando te miro –en esta cancha, con camisetas distintas– me doy cuenta de que eres otra persona. Ahora odias este juego tanto como yo, ¿verdad? O más, porque ya no puedo ver al chico que me sacó de la tediosa rutina de un balonazo en la cabeza. A ese que me soportaba cada día en un uno contra uno a pesar de que nunca pude ganar. Debió ser aburrido, lo sé. Pero gracias a ti estoy donde estoy, aunque sea en otro lugar y con otras personas y otros uniformes.

Llegué tan lejos y aun así ya no me parece que miro a los mismos ojos que antes –ahora tan diferentes, ¿cuándo se volvieron de ese azul tan oscuro?

Tus ojos me miran con la frustración de un oponente que nadie puede vencer, han perdido la calidez que me animaba a seguir intentando vencerte derrota tras derrota en aquellas tardes después del instituto.


Así que puedo copiar tus movimientos porque tú no eres la persona que yo conocía. Es así de simple; yo tampoco lo entiendo, sinceramente.


Iluso de mí que intento buscar a quien yo conocía en tus ojos, solo para toparme con la arrogancia que me bloquea el paso. Espero que, aunque sea mostrarme débil e idiota ante ti, si te digo con la mirada que este partido no es el que quería ganar, quizás recuerdes cómo eran tus ojos. Pero los míos te miran con tristeza, porque de pocas cosas me he arrepentido más en mi vida que de haberte dejado convertirte en...esto. Y tú te lo tomas como una provocación, y atacas. Olvidas a tu equipo, y ahora somos solo tú y yo. Para nosotros no existe nada más en este mundo que tú y yo en este momento –me hubiese encantado decir esas palabras en otra circunstancia, como antes.


La derrota cae sobre mis hombros como un jarro de agua helada.

Era de esperar.” “Touou está a otro nivel que Kaijou, no...Aomine Daiki está a otro nivel”

Y tú siempre has estado a otro nivel que todos, pero antes te ocupabas de amar lo que haces. Ni siquiera siento la sangre de mi mano cuando golpeo el suelo, es como si mi cuerpo estuviese entumecido y congelado. Mi vista se clava en el suelo porque no puedo mirarte a la cara, al final no conseguí vencerte. Cuando noto una sombra delante de mí y una mano se alarga para ayudarme, noto por fin que llevo derramando lágrimas desde que en el último tiro me miraste a los ojos y me dejaste claro que no puedo vencerte. Pero esa mano no es tuya, y justo ahí siento que todo lo que pendía de un fino y tenso hilo –todo lo que tú y yo fuimos– se va.

jueves, 21 de junio de 2012

#16- The Eternity you desire




¿Crees que existe la eternidad?

La eternidad no existe. Pero si existiera...¿seguirían juntos para siempre?
Los latidos de ambos iban a destiempo, pero poco a poco escuchaba cómo el sonido se iba volviendo uno solo. La sangre y los cuerpos de carne les rodeaban por completo, envolviéndoles, y el sonido nauseabundo de aquellos pedazos al moverse se veía completamente eclipsado por el unísono de sus corazones.

Iban a morir.
Pero, por extraño que parezca, a ninguno de los dos les preocupaba; solo estar así, uniéndose literalmente, era suficiente. Los brazos de Youji rodeaban a Tetsuo, y éste apoyaba la cabeza en el pecho del otro. Sus pieles se estaban uniendo. Muy, muy lentamente se volvían uno.
No tenían miedo. Ni media hora antes habían estado en la azotea con el arma de Kitani apuntada hacia ellos; ahí habían sentido verdadero miedo. Youji vio cómo la bala penetraba el cuerpo de Tetsuo, que por ser un “macho” siempre se había curado rápido. Pero con la bala dentro era imposible, así que el mismo Tetsuo sacó la pieza metálica de su propio cuerpo, con dos dedos y a sangre fría.
Pero en ese momento estaban finalmente juntos, después de la tercera y última vez que tenían sexo, habían empezado a unirse. Ninguno de los dos se asustó cuando los seres rechazados por Dios comenzaron a rodearles, formando una crisálida que les envolvía. Habían aceptado la voluntad de aquellas criaturas, y aunque quisieran estar juntos para siempre, sabían que aquello era lo correcto.

No hubo muchas palabras, realmente no eran necesarias –nunca lo fueron. Bastaba con sus miradas llenas de un sentimiento completamente indescriptible. Sé que voy a morir, pero si puedo hacerlo a tu lado, entonces no tengo objeción alguna.
Recordaron brevemente que Kamiya mencionó algo respecto a aquel momento. Algo como que “el macho” y “la hembra” puros acababan unidos para hacer posible el nacimiento de el “ser de raza”. Ambos morirían, sí, pero, ¿qué hay del ser de raza?
No podían evitar preguntarse qué pasaría con ellos después. ¿Simplemente morirían? ¿Se convertirían en una de esas criaturas a las que Dios les ha dado la espalda y privado de un cuerpo humano?
¿Sus almas quedarían dentro del ser de raza?
No me importa lo que pase después con tal de que pueda acabar mi vida junto a ti.
Aquello era lo importante; era inútil pensar qué podría pasar después. Youji se concentró en el rostro de Tetsuo, queriendo sellar en su mente aquella imagen, porque quería que fuese lo último que sus ojos pudiesen ver. Tetsuo quiso hacer lo mismo, y aunque ya no podía mover sus manos, hubiese querido acariciar la mejilla y el cabello oscuro una vez más.
Seas lo que seas, ser de raza, quiero que esta imagen se quede contigo para siempre, porque nunca verás algo más hermoso.
-Youji, te...
-...amo, Tetsuo...

Sonrieron los dos. La felicidad era inmensa a pesar de la situación, y es que estar uniéndose poco a poco y saber que lo afrontarían juntos lo que quisiera que viniese después, daba seguridad.

Cuando ya no podían abrir los ojos, notaban el ritmo de los corazones ir cada vez más lento – o del corazón, pues ya no podían apreciar qué partes de ellos estaban ya unidas. El uno pensaba en el otro como si hubiesen vivido una vida en la que solo existiesen ellos. La imagen del rostro sereno que habían grabado en su mente se veía tan detallada como un cuadro.
¿Y si aquello mismo era la eternidad?
Me pregunto si estos pensamientos llegan a ti ahora que somos uno. Pero esto es eternidad.


Sintiendo algo extraño, nació en este mundo, entre paredes viscosas que aun se movían y metálico olor a sangre. Como una mariposa que sale de su crisálida, el ser de raza nació. Tal y como los fanáticos de aquella “religión” decían, tenía un par de ojos carmesi. También una inmensa belleza, piel blanquísima y pelo oscuro – no aparentaba más de doce años. Observaba con sus ojos grandes su alrededor; paredes cubiertas de trozos de carne vivos que desaparecían poco a poco, retirándose como los súbditos ante la llegada de su rey.
Intentando incorporarse se sintió débil y cayó de la cama. Confuso, se rindió y se acurrucó sobre la sábana blanca que caía de la cama.

Al cerrar los ojos para intentar descubrir qué pasaba, la imagen de dos rostros desconocidos se repetía en su mente.


Quizás esto se llama eternidad.



domingo, 11 de diciembre de 2011

#11. Coffee is a lie [Cap.1- Love is sometimes invisible]

http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=72230

(Resumen. Clic en el link para leer el fanfic :3)

Seiji Sakurai es un nuevo editor del departamento de shoujo de Marukawa Shouten. Poco después de su contrato, le es asignado su primer mangaka,Mocca, quien resulta ser alguien bastante extraño.

¿Cómo lidiará Seiji con esta persona para conseguir un bestseller? ¿Qué habrá detrás de las extrencidades de Mocca-sensei?

¿Primer amor?

---

Basado en Sekaiichi Hatsukoi.